sábado, 2 de noviembre de 2013

Una charla muy extraña…



- Estás muy callada.
- Sí.
- ¿No vas a decir nada más?
- (Oh, esto parece un puto interrogatorio, sólo quiero llegar a mi casa,¿sí? No le encuentro sentido salir contigo! Han pasado años desde que nos vimos, se supone que todo sería como antes? Pretendes que mis sentimientos se hayan mantenido intactos como si fuera yo la fiel Penélope y tú mi Odiseo? Ni siquiera tuvimos nada! ¡Sólo nos gustábamos en silencio!) (Exhala profundamente mirando a un lado).
-¿Dijiste algo?
- No, te pareció...
- Hay un poema que alguna vez dijo Vallejo "Me gusta cuando callas porque estás como ausente". La verdad no creo que a algún hombre "normal" le guste que su chica calle, es mejor cuando ríe, cuando parece "presente" y no lo contrario...
- (Vallejo? ¿Cómo te dejaron egresar de la secundaria?) Me parece que fue Neruda quien lo escribió...
- Neruda? Oh, claro, Neruda.. Soy un tonto. Bueno, cualquiera se equivoca...
- (En estos asuntos sólo tú. Por no decir en todos). Sí, cualquiera se equivoca.
-¿Sabes? Quisiera decirte mil cosas, pero siento o quizás parezco intuir que tu respuesta siempre será la misma, serás esquiva e indiferente. ¿Te pasa algo?
- (¿Pasarme algo? Me muero de aburrimiento, no es lo mismo que cuando...) No es lo mismo que cuando estaba con... 
- ¿No es lo mismo que cuando estabas con...?
- Lo siento, hablé en voz alta.
- (¿Aún lo recuerda?) Dime, ¿aún lo extrañas?
- (Odio esa pregunta) No, no es siquiera una sombra. No ocupa lugar en mi vida.
- ¿Y entonces?
- (¡Me resisto a abrirte mi corazón!) Quiero estar sola, es sólo eso.
- ¿Pero... lo extrañas?
- (Está bien, te lo contaré.) Los momentos más bonitos que pasé fueron con él, aunque todo fuese mentira, rescato esos momentos. Fui feliz. Pero ¿sabes? Quisiera volver a vivirlos. Sólo que esta vez sean reales, con alguien realmente auténtico.
A él no lo extraño. Si acaso extraño algo o alguien sería el personaje que él fingía ser y los momentos que él inventaba ...
- ¿Quieres, entonces, enamorarte?
- Supongo que sí.
- ¿Y qué harás con tu tristeza?
- Si me enamoro no habrá espacio para ella. No vivirá en mí. Y todo lo que antes desprecié, aprenderé a querer. Seré como una musa de Woody Allen, amaré con pasión y mi amor será fiel.
- ¿No temes otra decepción? No has aprendido, acaso, que se ama con los pies bien puestos sobre la tierra?
- Te equivocas. La lección que aprendí, fue más bien, la de amar con los ojos abiertos, asegurándome que éste sea correspondido.
- Es una buena lección. Yo mismo lo aprendí... de ti.
- (De mí? Entonces...) De mí?
- Así es. Cuando éramos amigos ¿recuerdas?. Todo era perfecto. Nos reíamos de todo. Y la química era evidente. A veces, te observaba acomodándote el cabello frente el espejo. Cuando te lo soltabas parecías una mujer y no una chica ¡vaya! Eras y sigues siendo muy linda...
- Mira...
- No, déjame continuar… Fue recién cuando él llegó a nuestras vidas que di todo por perdido. Te enamoraste a primera vista de él, a quien yo atribuía el perfil del “chico malo”. Lo rescatable de los chicos malos es su seguridad, la valentía de decirle a una chica sus sentimientos, aunque éstos sean FINGIDOS…
- ¿Y tú crees ser el bueno de esta historia?
- Supongo. ¿Alguna vez te he hecho daño?
- Bueno, no. Pero no sé por qué traes eso a colación... Hablar del pasado es deprimente. ¿Por qué nunca hablas del...
- ¿Futuro?
- No! Del presente.
- ¿No crees que estaré en tu futuro?
- (¡Deja de verme así! ) Te diré algo: ME RECUERDAS AL PASADO.
- Y tú me recuerdas a una gata.
- (¡Por fin dices algo gracioso!)
-¿Ves? Te hice reír. Me encanta tu sonrisa. Y para serte sincero, aún me gustas, igual o más que antes...
- (Lástima que tú a mí ya no) Me voy. Me siento incómoda. No quise salir contigo, creí que sólo querías acompañarme a comprar mis libros. Esto fue demasiado.

Se marchó sin despedirse y él no la detuvo. Era, pues, su impulsividad lo que más le gustaba de ella. La manera cómo reaccionaba ante sus cumplidos. Huyendo.


No hay comentarios: